Austral Comunicación
ISSN(e) 2313-9137
Volumen XI, número 2 - Diciembre de 2022
Periodismo
global en el siglo XXI: evolución, transformaciones y propuesta de un nuevo
concepto operativo
Samia Benaissa Pedriza
Universidad
Complutense de Madrid.
samia.benaissa@ucm.es
ORCID: 0000-0002-1708-3338
Fecha de finalización: 27 de agosto de 2022.
Recibido: 27 de agosto de 2022.
Aceptado: 3 de noviembre de 2022.
DOI: https://doi.org/10.26422/aucom.2022.1102.ben
Resumen
En este estudio
de revisión teórica se procede a examinar las distintas concepciones sobre el
denominado “periodismo global”, un tipo de periodismo cuya existencia se
discute por parte de la doctrina a día de hoy. La metodología empleada
comprende la recopilación bibliográfica y el análisis del cuerpo doctrinal
publicado desde mediados de la década del 90 hasta la actualidad. A esta
muestra se le añaden varios estudios de caso seleccionados con base en
criterios cualitativos cuya función es ilustrar las distintas concepciones que
los expertos han elaborado respecto al concepto de “periodismo global”. El
trabajo llevado a cabo pretende poner en relación las teorías tradicionalmente
enfrentadas sobre este concepto con el fin de conocer, en primer lugar, si realmente
se dan las condiciones para hablar de un tipo de periodismo nuevo e innovador
que posea una entidad propia separada del periodismo internacional o si, por el
contrario, no representa más que una utopía desde el punto de vista
informativo. En segundo lugar, interesa conocer qué tipo de cambios y
transformaciones ha sufrido el periodismo global desde su formulación hace tres
décadas hasta el momento actual, teniendo en cuenta la evolución sufrida por
las relaciones internacionales y la creciente complejidad de los fenómenos y
crisis globales, cuyos efectos alcanzan prácticamente a la totalidad de la
población mundial. El resultado del análisis realizado indica la necesidad de
establecer un nuevo concepto operativo de periodismo global, más próximo a la realidad
creada por los nuevos tiempos y basado en la cobertura de asuntos globales
tratados desde una perspectiva transnacional, de forma clara y comprensible
para audiencias no especializadas, mediante el recurso a fuentes de información
y prácticas de trabajo colaborativas.
Palabras clave: periodismo global,
periodismo internacional, globalización informativa, crisis globales, glocalización,
etnocentrismo informativo.
Global journalism
in the 21st century: evolution, transformations, and a new operational concept
Abstract
In this theory
review, we examine several ideas about so-called “global journalism,” the
existence of which is being called into question in some sectors. Our
methodology involves the collection and analysis of bibliography and research
from the mid-1990s to the present day. We also added case studies to our
sample, selected according to a qualitative criteria. These aim to illustrate
the many viewpoints held by experts on the concept of “global journalism.” We
aim to compare and contrast theories that are often at odds with each other.
Our goal is to understand if we can really talk about a new type of innovative
journalism, which displays traits that distinguish it from international
journalism, or if it is little more than utopian thinking. We also want to
understand what changes and transformations global journalism has endured since
first being conceived three decades ago. To do this, we will consider the
evolution of international relations and the increasing complexity of global
events and crises, the effects of which are felt by virtually everyone on the
planet. Our conclusions suggest the need to establish a new operational concept
of global journalism, more closely aligned with the reality of our times and
based on the coverage of global affairs from a transnational perspective, in a
manner that is clear and comprehensible for non-specialist audiences and
through the use of information sources and collaborative work practices.
Keywords: global journalism, international journalism, informational globalization,
global crisis, glocalization, informational ethnocentrism.
Jornalismo global no século XXI: evolução, transformações e proposta de
um novo conceito de atuação
Resumo
Neste estudo de
revisão teórica, passamos a examinar as diferentes concepções sobre o chamado
“jornalismo global”, um tipo de jornalismo cuja existência ainda hoje é
discutida pela doutrina. A metodologia utilizada inclui a compilação
bibliográfica e a análise do corpo doutrinário publicado desde meados da década
de 1990 até hoje. A essa amostra somam-se vários estudos de caso selecionados
com base em critérios qualitativos cuja função é ilustrar as diferentes
concepções que os especialistas desenvolveram sobre o conceito de jornalismo
global. O trabalho realizado visa relacionar as teorias tradicionalmente
opostas sobre o conceito de jornalismo global para saber, em primeiro lugar, se
existem realmente as condições para falar de um novo e inovador tipo de
jornalismo que tem uma entidade própria separada do jornalismo internacional ou
se, pelo contrário, não representa mais do que uma utopia do ponto de vista
informativo.
Em segundo
lugar, é interessante saber que tipo de mudanças e transformações o jornalismo
global sofreu desde sua formulação há três décadas até o presente, levando em
conta a evolução sofrida pelas relações internacionais e a crescente
complexidade dos fenômenos e crises globais, cujos efeitos atingem quase toda a
população mundial. O resultado da análise realizada indica a necessidade de
estabelecer um novo conceito operacional de jornalismo global, mais próximo da
realidade criada pelos novos tempos e baseado na cobertura de questões globais
tratadas de uma perspectiva transnacional, clara e compreensível para públicos
não especializados, por meio do uso de fontes de informação e práticas de
trabalho colaborativo.
Palavras-chave: jornalismo global, jornalismo
internacional, globalização informativa, crises globais glocalização,
etnocentrismo informativo.
El siglo XXI despertó entre los fragores de la globalización un fenómeno nuevo surgido en los años noventa del pasado siglo y entendido como un proceso de cambio global que actúa en tiempo real y de forma simultánea en los niveles político, económico y social (Castells, 2001, pp. 275-304). La “glocalización”, definida por Robertson (1995a) como “lo local expresado en lo global y lo local como una particularidad de lo global” (pp. 25-44), unida al desarrollo de internet y al subsiguiente advenimiento de la sociedad en red (Castells, 2006, p. 12), dio lugar a una serie de transformaciones informativas que modificaron la forma en la que las audiencias globales reciben y asimilan los hechos noticiosos en la actualidad.
El nacimiento
de las redes sociales a mediados de la primera década del 2000 propició la
aparición de un número mayor de actores en el ecosistema informativo mundial
que, desde entonces, interactúan con diferentes tipos de audiencias –heterogéneas
y fragmentadas– localizadas en lugares distantes del mundo y focalizadas en torno
a intereses informativos particulares. La atomización de las audiencias, sin
embargo, no implica que no sigan surgiendo en el mundo informativo asuntos de
interés global que afecten al interés general de las sociedades contemporáneas,
con independencia de sus características socioeconómicas o de sus rasgos
culturales. Los flujos migratorios internacionales, la rampante inflación
mundial, las crisis sanitaria, energética y medioambiental, junto al resurgir
de los enfrentamientos políticos entre bloques antagónicos, son fenómenos que
se reproducen cada cierto tiempo en la historia de la humanidad. Los siglos XIX
y XX presenciaron el desarrollo de varias guerras (independencia y mundiales),
pandemias (cólera, gripe española) y crisis energéticas (crisis del petróleo en
los años setenta). Y el siglo XXI ya está comenzando a ser testigo de lo que supone
seguir pedaleando en la rueda de la historia.
Algunos
expertos en comunicación aseguran que aproximadamente cada dos décadas surgen
cambios disruptivos en la manera de informar por los medios (Kalyango y Mould,
2014, pp. 1-8). Es el momento en el que el periodismo sufre transformaciones
profundas que modifican los usos y costumbres de las audiencias, así como la
forma de elaborar la información. Los años setenta dieron lugar a una época dorada de la profesión periodística
que duró hasta mediados de los noventa, cuando comenzaron a brotar los primeros
signos de la transformación tecnológica que daría lugar a la globalización
informativa y a algunas de sus consecuencias más visibles: la crisis de los
modelos tradicionales de negocio, la presencia de nuevos canales de difusión de
la información, el surgimiento de nuevos agentes de la comunicación o las
innovaciones introducidas en la elaboración de los productos informativos.
El periodismo
internacional como especialidad informativa también ha sufrido cambios desde su
nacimiento en el siglo XIX: en menos de dos siglos ha pasado de informar
exclusivamente sobre asuntos que ocurrían a distancia a transmitir el
desarrollo de acontecimientos lejanos analizando con detalle cómo estos afectan
a nuestra vida cotidiana. Esta evolución en el modo de informar se debe a la
complejidad que han alcanzado las relaciones internacionales en la era de la
globalización y también a la necesidad de hacer más atractiva la información
internacional, exponiéndola desde una perspectiva doméstica. Algunos expertos
opinan que esta nueva manera de informar solo denota que el periodismo
internacional ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos (Hafez, 2009, pp.
329-331) y a las necesidades informativas de unas audiencias mucho más
exigentes que antes, mientras que otros piensan que ha surgido un nuevo modo de
informar, autónomo y reconocible plenamente por su estilo: el denominado
“periodismo global” (Berglez, 2008, pp. 845-858).
Hasta la fecha,
las construcciones teóricas sobre este concepto son escasas, quizás debido a la
controversia surgida sobre su existencia real como especialidad informativa, lo
que muy probablemente haya lastrado el desarrollo de un número mayor de
investigaciones empíricas sobre el modo en el que se manifiesta el llamado
“periodismo global” en la actualidad.
Por ello, los
objetivos de este trabajo de recensión se centran en primer lugar en analizar
el estado de la cuestión en la que se encuentra el periodismo global a través
de una revisión exhaustiva de sus distintas concepciones teóricas. Por un lado,
se trata de conocer si realmente se dan las condiciones para hablar de un tipo
de periodismo nuevo e innovador que posea una entidad propia y, en ese caso, de
qué forma se relaciona con el periodismo internacional. Por otro lado, interesa
explorar de qué trata el hipotético periodismo global en la actualidad, en qué
consisten sus fortalezas y debilidades y cuáles son sus perspectivas de futuro.
Todo ello, sin olvidar la necesidad de facilitar el emprendimiento de nuevas
investigaciones académicas que ayuden a perfeccionar tanto el conocimiento como
los modos de expresión periodística de esta especialidad informativa.
Una vez
analizado el contexto en el que se desarrollan las distintas teorías sobre el
denominado “periodismo global” y el modo en el que este se manifiesta en la
práctica periodística, se propondrá presentar un nuevo concepto operativo que
aporte nuevas perspectivas actualizadas al corpus doctrinal existente sobre la
materia.
La metodología
empleada para llevar a cabo el trabajo de revisión teórica en el que se basa
este estudio se centra en el análisis bibliográfico y comparativo de la
literatura científica específicamente enfocada en el concepto de “periodismo
global” que ha sido publicada en revistas científicas internacionales desde
mediados de los años noventa hasta la actualidad. La muestra incluye 47
artículos científicos publicados en repositorios institucionales y en distintas
bases de publicaciones científicas sobre el tema a lo largo de tres décadas
(Taylor & Francis Online, SAGE Publishing, Google Scholar y repositorio de
la University of Southern California, entre otros). Los artículos fueron
seleccionados con base en criterios cualitativos de especificidad temática,
evolución cronológica, principio de autoridad, representación geográfica
equilibrada y principio de oposición teórica.
Adicionalmente,
y con fines ilustrativos, se incluyen en la última parte del trabajo cinco
casos de estudio donde se expresan con claridad las distintas concepciones
teóricas existentes sobre el periodismo global, entre ellas, la propuesta
expresada en este estudio como nuevo concepto operativo. La muestra incluye
cinco piezas informativas publicadas entre los meses de abril a agosto de 2022
por distintos medios de comunicación social de ámbito nacional e internacional,
tanto públicos como privados, los que comprenden tanto los de naturaleza
audiovisual (cadenas de televisión) como digital (medios nativos digitales o
versiones online de periódicos
escritos y cadenas de televisión). Las unidades de análisis fueron examinadas
conforme a técnicas de estudio de naturaleza cualitativa y seleccionadas según
criterios de oportunidad temática, adecuación de enfoques, fuentes y técnicas
narrativas y concordancia de contenidos.
El tamaño
reducido de la muestra obedece a la situación planteada en la introducción de
este trabajo, donde ya se anuncia el problema de la escasa producción académica
y el pequeño número de investigaciones de carácter empírico emprendidas por los
expertos a lo largo del período de estudio analizado. Es por ello que el
presente estudio casi podría calificarse de exploratorio, en el sentido de que
pretende dar un paso más en el yermo territorio donde permanecen las teorías
aceptadas hasta la fecha sobre el periodismo global y proponer una nueva
definición operativa que facilite el emprendimiento de nuevas investigaciones
sobre la materia.
La irrupción de
la “glocalización”, el fenómeno definido por Robertson (1995a, pp. 25-44) como
la complementaria interacción entre lo global y lo local, y más delante de la
“globalización”, entendida bajo el prisma de la interconexión tecnológica
(Castells, 2006, p. 12) en el medio informativo, han introducido cambios
profundos en la manera de producir información por parte de los medios. La
mezcla de enfoques –nacionales, locales e internacionales– y el más amplio
tratamiento de los hechos noticiosos contribuyeron a generar, desde mediados de
los años noventa, noticias de difícil categorización informativa. La dificultad
para clasificar determinadas noticias o reportajes en una sección concreta de un
periódico, radio o televisión condujo a los expertos académicos a reflexionar
sobre la naturaleza del periodismo internacional que se estaba realizando a
principios del nuevo milenio.
Fue a mediados
de la década del 90 cuando entre la doctrina académica se empezó a construir un
término –“periodismo global”– que intentase definir la situación que se estaba
produciendo en relación con las noticias internacionales publicadas en la
mayoría de los medios de la época (Berglez, 2008, pp. 845-858; De Beer y Merril,
2009; Tveiten, 2009, p. 8). El término surgió como un concepto alternativo que
comprendiese las particularidades de los nuevos modos de informar del nuevo
milenio y superase la tradicional división entre informaciones nacionales,
locales o internacionales, tratadas habitualmente como compartimentos estancos.
Hace más de una
década, Berglez (2008, p. 845) advertía sobre la necesidad de acotar la
definición del término “periodismo global” surgido a mediados de los años
noventa. Por aquel entonces, el concepto se encontraba en proceso de
construcción teórica, pero a mediados de la década de 2010, la doctrina todavía
discutía acerca de su eventual autonomía como disciplina informativa o su clara
dependencia del periodismo internacional (Gerodimos, 2013, pp. 476-499). Lamentablemente,
en la actualidad, es preciso reconocer que se han producido escasos avances
doctrinales sobre la materia. A pesar de que el número de crisis globales que
han surgido en los últimos años parece haberse multiplicado extendiendo sus
efectos a prácticamente cada rincón del planeta, los expertos no parecen haber
avanzado en la construcción de un concepto de periodismo global operativo que
permita llevar a cabo investigaciones empíricas replicables por la comunidad
científica. Las propuestas teóricas vigentes hasta la fecha siguen siendo las
mismas que hace quince años propuso la doctrina, las cuales se centran en dos
posiciones claramente enfrentadas: las teorías a favor de la existencia de un
periodismo global independiente y las que rechazan una identidad propia
separada del periodismo internacional. Ambas teorías se exponen a continuación.
A
mediados de la década de 1990, la discusión doctrinal inicial se centró entre
los que opinaban que el periodismo global no era más que un constructo basado
en un simple desiderátum o un ideal informativo irreal y los que opinaban que
este podía ser identificado informativamente hablando y ser susceptible de
definición académica. Si bien la mayoría de la doctrina acabó reconociendo la
existencia del denominado “periodismo global”, lo cierto es que, desde el
inicio de los años 2000 hasta entrada la década de 2020, apenas se ha podido
contabilizar un puñado de trabajos científicos que aborden teórica o
empíricamente los modos de expresión del periodismo global en los medios.
Los
primeros intentos oficiales por definir en qué consiste el periodismo global
surgieron de la iniciativa de expertos académicos como Herbert (2001, pp.
1-264), Berglez (2006, pp. 845-858), Reese (2008, pp. 240-252) y Cottle (2009,
pp. 309-11). Según Herbert (2001), ejercer el periodismo global supone “abrazar
otras culturas y aceptar otros enfoques, implica reconocer que pueden existir
otras realidades, y no solo las certezas del mundo occidental con las que los
periodistas de los países desarrollados se han educado” (p. 2). Berglez (2006),
por su parte, lo define como “un estilo periodístico que aborda el estudio de
las interrelaciones sociales que ocurren en diferentes lugares del mundo
integrándolo en las rutinas de producción informativa de los medios” (p. 188,
2008, p. 848). En el mismo sentido, Reese (2008) entiende que el periodismo
global es “una práctica periodística consistente en seleccionar, editar y
distribuir noticias no constreñidas por límites nacionales o regionales” (p.
242). Para este autor, al periodismo global lo define la desterritorialización
y el hecho de que no exista un enfoque nacional que sirva de nexo de unión
entre los que producen la información y los que la reciben (Reese, 2008, p.
246).
Por otra parte, Cottle (2009, pp. 309-11)
rechazó de plano la identificación entre periodismo global y periodismo
internacional y sugirió que el primero no fuese considerado solo como una
acumulación de noticias nacionales sobre temas internacionales, sino que
debería ser tratado como una forma de periodismo independiente que informase
desde y sobre lugares lejanos, además de cercanos. Autores como Berglez (2008,
p. 845) pusieron el acento en el enfoque global como rasgo definitorio del
“periodismo global”. Porque como bien indica Friedman (1995, pp. 69-90), la
emergencia de sistemas informativos globales no implica necesariamente la
generación de productos informativos culturalmente globales.
Parece un hecho consensuado entre la
doctrina científica (Obijiofor y Hanusch, 2019, p. 1; Tveiten,
2009, p. 6) admitir la necesidad de que el periodismo global incorpore una
visión completa y ampliada de los hechos noticiosos frente a la estrechez de
miras de los enfoques nacionales. En la misma línea de pensamiento se
pronuncian otros autores como Berglez (2013, p. 5), quien insiste en superar
las limitaciones culturales, el dominio de las narraciones con perspectiva
occidental y abrazar el cosmopolitismo informativo.
En los últimos años, la tendencia
doctrinal dominante (Robertson, 2021, pp. 303-322; Tanikawa, 2019, p. 1425) se
ha centrado en admitir como rasgo propio del periodismo global esa mirada
cosmopolita propuesta por Beck (2006, pp. 1-212) a mediados de los años 2000 y
el enfoque global al que sigue aludiendo Berglez (2013), para quien las
diferencias entre el periodismo tradicional y el global consisten en la
cobertura por parte de este de “procesos globales en concordancia con las
prácticas periodísticas aplicadas tanto por periodistas que cubren información
nacional como internacional” (p. 5) y en la conexión entre estos procesos
globales y los asuntos nacionales o locales (Berglez y Van Leuven, 2015, p.
670).
Pero no todos los expertos defienden
estas ideas, y ni siquiera el hecho de que el periodismo global sea algo que
vaya más allá del tradicional periodismo internacional en una nueva forma de
evolución adaptada a las nuevas realidades sociales y a los diferentes tipos de
consumo informativo.
Para un sector
minoritario de expertos, esa identificación cultural de los profesionales y
medios de comunicación con los principios de la aldea global a la que alude el
sector doctrinal encabezado por Berglez (2008, p. 845) no resulta ser más que
una utopía (Hafez, 2009, p. 331). Para Hafez (2011, p. 485), la globalización
en el sector de los medios de comunicación no es real, ya que los medios de
masas internacionales tienden a elaborar una agenda de hechos noticiosos muy
similar, por no decir idéntica, en todas sus zonas de influencia, a lo que se
añade el habitual enfoque partidista y doméstico de las narraciones. Por ello,
Hafez (2011) prefiere no hablar de la existencia de un periodismo global real,
sino más bien de un tipo de comunicación “plural y diversificada con algunos
rasgos de transnacionalidad” (pp. 486-487).
En el mismo sentido, y como afirma Boyd-Barrett
(2019, p. 1), siguen siendo pocas las empresas de medios de comunicación que se
dedican a cubrir la información internacional que se genera en distintos
lugares del mundo. Las agencias de prensa internacionales como AP, AFP, EFE o
Reuters suelen estar presentes en un determinado número de países por razones
estratégicas, políticas o culturales y, además, dependen en gran medida de la
información que adquieren o compran a otras agencias nacionales que están
presentes sobre el terreno, las cuales, a su vez, operan según sus propias
orientaciones y principios ideológicos.
Tveiten (2009, p. 14), por su parte,
defiende la idea a la que se refiere Berglez (2008, p. 846) de que el
periodismo global debería ser algo más que la mera suma de la globalización y
el periodismo, entre otras razones, porque no resulta realista pensar que los
medios de comunicación del nuevo milenio puedan prescindir del enfoque
doméstico, local o incluso hiperlocal a la hora de informar a audiencias que
han dejado de ser masivas desde hace mucho tiempo. La competencia de los nuevos
canales de difusión (multiplataformas y redes sociales) no es más que un
reflejo de la forma en la que la globalización ha transformado al periodismo
tal y como lo conocíamos hace unas décadas (Gerodimos, 2013, pp. 476-477),
introduciendo una mayor complejidad no solo en los modos de informar, sino
también en las preferencias informativas y la manera en la que los mensajes son
recibidos por las audiencias. Se trata este de un hecho incontestable que
también admiten autores del sector opuesto a esta línea de pensamiento como
Gearing y Berglez (2021, pp. 211-229) al observar los cambios que la
globalización ha introducido en el modo en el que tanto los periodistas como
los académicos abordan el tratamiento de la información internacional en la
actualidad.
Frente a las teorías de Berglez (2008, p.
848), quien defiende las diferencias existentes entre un periodismo
internacional que se limita a cubrir asuntos extranjeros y un periodismo global
que es capaz de ir más allá, interrelacionando los hechos exteriores con los
asuntos domésticos, se encuentran las teorías de un sector doctrinal
escasamente representado, pero de influencia creciente, que se opone a
reconocer al periodismo global como una disciplina autónoma y merecedora de
estudio. Esta inamovilidad de las posturas doctrinales sostenida en el tiempo
ha lastrado en cierto modo el emprendimiento de investigaciones empíricas más
numerosas y relevantes sobre las manifestaciones del periodismo global en los
últimos tiempos. Esta circunstancia, unida a las más recientes transformaciones
sucedidas en el seno de la sociedad internacional actual, justifica analizar,
siquiera de forma exploratoria, en qué estadio de la evolución se encuentra el
periodismo global en el momento actual y valorar la conveniencia de elaborar un
nuevo concepto operativo sobre este.
Si en 2008 Berglez (2008, p. 855)
afirmaba que el periodismo global era el tipo de información más conveniente en
la era de la globalización, en 2022 el periodismo global parece haber
encontrado un lugar propio donde poder desarrollarse con mayor o menor fortuna.
En 2013, el propio Berglez (2013, p. 5) admitía que el periodismo global se
encontraba aún en una fase embrionaria, aunque aupado ya como una nueva forma
de periodismo por el interés mediático que suscitaron las crisis financiera y
climática que se produjeron a nivel mundial a finales de la década del 2000.
Poco después, Mpofu (2017, p. 134)
también reconocía la influencia positiva que ejerce este tipo de periodismo
entre la ciudadanía al contribuir a mejorar la comprensión de los procesos de
interdependencia global que se producen en el mundo actual, ayudando a
desterrar la ideología occidental y capitalista dominante y favoreciendo el
ejercicio de prácticas informativas más democráticas en el orden global. En un
sentido similar se pronuncia Jallow (2015, pp. 1-4), al asegurar que el
periodismo global aporta un plus de responsabilidad informativa al potenciar
la lucha contra los poderes fácticos que intentan imponer su propia visión del
mundo tanto a nivel local como global.
La
multiplicación actual de crisis (climáticas, ecológicas, humanitarias,
migratorias, sanitarias, energéticas y financieras) y la intensificación de sus
efectos a nivel global es lo que, según Cottle (2019, pp. 102-105), está
favoreciendo el auge del periodismo global en la actualidad. El desplazamiento
del interés informativo hacia asuntos de naturaleza transnacional que afectan a
grandes sectores de la población mundial es sin duda una de las causas de la
atención que esta nueva forma de periodismo está recibiendo últimamente. Quizá
por ello sea ahora el mejor momento para que los asuntos de ámbito
internacional comiencen a recuperar la influencia que hace décadas perdieron
con la aparición de los nuevos consumos de información mediática, mucho más
localizados y especializados.
Probablemente,
debido a la necesidad de las audiencias no especializadas en comprender la
complejidad inherente a los asuntos de carácter global que se están produciendo
en nuestros días, se está focalizando en mayor medida la atención sobre la
manera de informar a la que recurre el periodismo global. Es innegable la
importancia de crear una opinión pública internacional informada sobre los
asuntos transnacionales que afectan a la humanidad como grupo social
constituido, pero que también influyen en las vidas cotidianas de los
ciudadanos. Es por ello que, en los últimos tiempos, las prácticas
periodísticas en las que se basa el periodismo global han tenido que adaptarse
para conseguir llegar a un número mayor de lectores, oyentes o espectadores.
El
tipo de periodismo global que se ejerce en la actualidad se basa con mucha más
frecuencia en las prácticas colaborativas entre profesionales de la información
situados en distintos lugares geográficos y pertenecientes a diversas culturas
periodísticas. Si el periodismo internacional se sigue caracterizando por el
dominio informativo ejercido por las grandes agencias de prensa y medios
internacionales, el periodismo global, por el contrario, deja voluntariamente
espacio a las colaboraciones entre medios algo más modestos. Berglez y Gearing
(2018, pp. 4573-4592) citan como ejemplo ilustrativo del éxito reciente del
periodismo global el trabajo coordinado por el Consorcio Internacional de
Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) que reúne desde
1997 a más de 190 periodistas de investigación de 65 países. Las revelaciones
de los popularmente conocidos como “Panamá Papers” sobre los propietarios de
sociedades inscritas en paraísos fiscales en distintos Estados del mundo solo
fue posible gracias a la colaboración de más de 400 periodistas de distintos
países, quienes fueron capaces de dejar a un lado las diferencias en sus modos
de trabajar para investigar con una perspectiva global y finalmente difundir el
listado completo de infractores fiscales, el cual, en última instancia, fue
publicado bajo la forma de un informe en el año 2016 y, posteriormente, en una
base de datos de libre acceso.
Esta nueva forma de trabajar basada en el intercambio de
información entre periodistas de distintos medios y nacionalidades que logran
ponerse de acuerdo sobre los contenidos a elaborar y el momento en el que estos
deben ser publicados supone un potencial beneficio para el desarrollo del
periodismo global (Ronderos y Lipstas,
2016) y es lo que se necesita para erigir una verdadera cultura periodística
transnacional (Handley, 2014, pp. 138-153; Hellmueller, 2017, pp. 3-25).
Pero el enfoque global no solo se está dando
en relación con los asuntos a tratar o el trabajo de investigación periodística
propiamente dicho, sino que surge también en los procesos de verificación de
noticias dirigidos por las asociaciones de fact-checkers
que se están constituyendo a nivel internacional y en el tratamiento de las
fuentes de información. En relación con la verificación de noticias, la Red
Internacional de Verificación de Datos (IFCN, por sus siglas en inglés) está
llevando a cabo un trabajo intensivo para difundir las buenas prácticas
periodísticas relativas a los procesos esenciales de contraste de fuentes y
hechos noticiosos a nivel internacional. Los principios y normas de trabajo
colaborativo entre fact-checkers
ubicados en distintos estados que propone la IFCN desde 2015 están siendo
adoptados por buena parte de los medios de verificación de noticias que cada
vez más se están organizando a nivel nacional tanto en países del mundo
desarrollado como en otros en vías de desarrollo (Benaissa Pedriza, 2021, p.
111).
Últimamente,
este tipo de prácticas de trabajo colaborativas se está extendiendo también a
la constitución de fuentes de información con un componente global. Una
propuesta de Google News Initiative en colaboración con Big Local News y Pitch
Interactive de la Universidad de Stanford en 2020 les ofreció a los periodistas
de cualquier lugar del mundo acceder en abierto a una base de datos de mapas
estadísticos sobre el estado de evolución de la pandemia por COVID-19. La
información incluía datos clasificados por Estados y por regiones de 177
países. Como informó Simon Rogers (2020), editor de datos de Google News Lab,
se trataba de crear “una asociación para lanzar un recurso de datos global para
los reporteros que trabajan en historias sobre COVID-19” (párr. 5). Porque “una
pandemia puede resultar abstracta hasta que puedes ver cómo se ha propagado y
estos mapas ayudan a los periodistas en cualquier lugar a hacer precisamente
eso” (párr. 8). La iniciativa de Google News representa un ejemplo ilustrativo
de cómo el periodismo global, entendido como aquel que trata asuntos de interés
común para la sociedad internacional desde una perspectiva no centralizada,
puede ser de utilidad para elaborar informaciones de carácter global por parte
de medios de carácter local o hiperlocal que, en circunstancias habituales, no
hubieran podido acceder a fuentes de información útiles y necesarias para
realizar una cobertura informativa rigurosa y de calidad en sus zonas de
influencia.
En definitiva, como afirma Hanitzch (2008, pp. 93-105), la investigación colectiva resulta un modo eficaz de
combatir el etnocentrismo del que en ocasiones adolece el periodismo global,
aunque el propio autor admite también que el proceso tiene sus limitaciones.
Frente a autores como Cottle y Nolan (2007, pp. 862-878) o Houston (2021, p. 1093), que
entienden que la colaboración entre profesionales de diferentes culturas y
países favorece el establecimiento de unos fundamentos éticos de trabajo, otros
como Ward (s.f.) advierten de la inexistencia actual de un código ético global.
Tampoco autores como Gerodimos (2013, p. 494) consideran que se esté
construyendo un verdadero imaginario global o que los grandes medios
internacionales se expresen conforme a una narrativa común (Machin y Niblock
2010, p. 795). Posiblemente porque, en términos generales, no pueda hablarse
aún de la existencia de una toma de conciencia colectiva ni de una
interiorización de las prácticas periodísticas globales por parte de la mayoría
de periodistas que ejercen su profesión en el mundo (Lindell y Karlsson, 2016,
p. 860).
A esta realidad se le une el hecho
de que, como afirma la doctrina (Berglez, 2008, pp. 845-858; Reese, 2008, pp. 240-252), no existen evidencias
empíricas de que los grandes medios transnacionales estén informando con una
visión global más amplia que la de los medios locales, ni siquiera por parte de
medios localizados en zonas de influencia eminentemente transnacional, como la
Unión Europea.
Según las últimas investigaciones practicadas,
no parece siquiera que los grandes medios de comunicación internacionales
publiquen de forma significativa noticias y reportajes con un enfoque
genuinamente global. Tanikawa (2019, p. 1421), después de practicar un análisis
cuantitativo sobre la presencia de noticias elaboradas con un enfoque doméstico
en los grandes medios internacionales, descubrió que estas se habían
incrementado en un número significativo de forma progresiva y constante a lo
largo de los últimos treinta años, al contrario de lo que ocurría con las
noticias de periodismo global, que habían pasado de representar el 21,3% del
total en 1985 al 19,7% en 2014. Asimismo, Robertson (2021, pp. 303-322) analizó
durante trece años más de 15 mil noticias de televisión, titulares informativos
y noticias digitales emitidas por los
medios
Al Jazeera
English, BBC World, CNN International
y RT para llegar a la conclusión de
que solo un pequeño porcentaje de noticias incorporaba realmente el enfoque
propio del periodismo global en términos temáticos y geográficos (entre el 8% y
el 12% del total de informaciones según el medio analizado). Berglez y Van
Leuven (2015, p. 667) también descubrieron que la prevalencia del periodismo
global seguía siendo minoritaria en grandes medios con vocación global, como The Times, Le Monde y De Standaard, en los que solo una quinta parte del
total de artículos analizados podía encajarse dentro de la categoría de
periodismo global, ya sea por el tipo de temática abordada o por su enfoque
marcadamente transnacional. Por su parte, Zhang y Hellmueller (2017, p. 483), tras analizar 287 fotografías de personas refugiadas
publicadas en CNN International y en la
versión online de Der Spiegel, llegaron a la conclusión de
que la visión cosmopolita propia del periodismo global no aparecía realmente
en ninguno de los medios, ya que cada
uno de ellos había escogido diferentes enfoques preferentes (CNN International, el interés humano; y Der Spiegel, el control policial y la
xenofobia) para mostrar ante el mundo una misma realidad global.
En
relación con los medios nacionales y locales, Konieczna et al. (2014, p. 489)
descubrieron que el enfoque global apareció con mayor frecuencia que el
nacional en informaciones televisivas publicadas por medios estadounidenses que
por medios canadienses en relación con un tema de ámbito global (Conferencia de
las Naciones Unidas de 2009 sobre el cambio climático), aunque, en términos
generales, el empleo de fuentes de carácter global no conducía necesariamente a
la elaboración de informaciones de periodismo global. Por otro lado,
un estudio nacional llevado a cabo por Lundgren (2016, pp. 1-61) en relación
con los medios de comunicación suecos reveló la existencia del periodismo
global en un número muy limitado de informaciones en comparación con las piezas
elaboradas con un enfoque nacional o local (solo una de cada diez del total de
informaciones), siendo más común su presencia en los medios nacionales que en
los locales.
La
escasa producción informativa que genera el periodismo global podría
justificarse en parte por la influencia que las redes sociales y los
agregadores de noticias ejercen sobre las audiencias a la hora de seleccionar
la agenda mediática de temas que se consumen a diario. Robertson (2021, p. 303)
afirma –en el mismo sentido que Pariser (2011, p. 7)– que estos actores de la
comunicación contribuyen a aislar a las personas en “burbujas filtrantes” con
noticias elaboradas con base en algoritmos matemáticos basados principalmente
en el análisis de intereses individuales y en la incorporación de enfoques
marcadamente domésticos. Tampoco los medios de comunicación tradicionales
parecen dedicarles una gran atención a los asuntos de periodismo global, muy posiblemente
por razones puramente comerciales (Berglez, 2008, pp. 845-858) que impulsan a
producir un periodismo de proximidad más cercano a los intereses de las
audiencias a las que mayoritariamente se dirigen. Quizá por estas razones el
periodismo global solo despierte el interés de las grandes audiencias cuando se
producen crisis globales (Hafez, 2011, p. 486) con relevancia suficiente para
convertirse en temas de actualidad, quedando relegado en otros casos a
audiencias mucho más reducidas y elitistas (Reese, 2008, pp. 240-252).
Los cambios producidos en la
sociedad internacional y la evolución sufrida por el periodismo global en los
últimos quince años justifican intentar establecer un nuevo concepto operativo
que ayude a comprender de forma práctica cuál es su verdadero ámbito de
influencia informativa y facilite al mismo tiempo la práctica de un número
mayor de investigaciones empíricas, más específicas y profundas sobre la
materia.
Tomando como
base la revisión teórica realizada previamente, así como el análisis de la
realidad en la que se manifiesta el periodismo global en la actualidad, se
propone definir el siguiente concepto operativo:
El periodismo global es aquel tipo de periodismo de naturaleza internacional que trata sobre asuntos globales desde una perspectiva transnacional y cuyos objetivos residen no solo en informar a audiencias totales, sino también en explicar e interpretar los fenómenos de ámbito mundial cuyos efectos influyen en el devenir general de las sociedades humanas, empleando fuentes de información y prácticas de trabajo eminentemente colaborativas.
El concepto
viene a sumarse a las principales definiciones formuladas por la doctrina con
anterioridad y que se resumen en la siguiente tabla recapitulativa (ver p.
siguiente).
A continuación,
se detallan las características del nuevo concepto operativo de periodismo
global propuesto en el presente trabajo de revisión teórica.
El concepto que
se propone en este trabajo se encuentra en una posición intermedia entre las
teorías que rechazan la existencia de un periodismo global desligado del
periodismo internacional (Hafez, 2009, pp. 329-331; Reese, 2008, pp. 240-252) y
aquellas que lo consideran una especialidad informativa independiente (Berglez,
2008, p. 845). El concepto propuesto parte de la idea de que el periodismo global
es periodismo internacional, con el que comparte su origen así como sus
características básicas, aunque posee también rasgos propios que permiten
identificarlo como una especialidad informativa separada. El concepto trata de
superar de una manera transaccional el viejo antagonismo entre las teorías que
rechazan radicalmente su existencia y las que lo describen como un concepto
informativo autónomo.
El nuevo concepto de periodismo
global que se propone comparte con las concepciones formuladas por Berglez
(2018, pp. 845-858), Reese (2010, pp. 344-353), Berglez y Van Leuven (2015, pp.
667-683), Zheng y Reese (2017, pp. 835-851), Berglez y Olausson (2019, pp. 1-12) y Obijiofor y Hanusch
(2019, pp. 1-25) tanto el enfoque global como
la cobertura de asuntos globales desde una perspectiva transnacional. En
relación con los temas que definen al periodismo global en la actualidad (Berglez
y Gearing, 2018, p. 4583; Kurysheva et
al., 2015, p. 69), es preciso hacer notar el reducido número de asuntos
sobre los que este tipo de periodismo puede informar desde un punto de vista
omnicomprensivo. Al contrario de lo que opina Berglez (2018, pp. 845-858), no
todas las informaciones que incluyan un componente transnacional pueden ser
consideradas como periodismo global. Así, según Berglez (2007), el periodismo
global refleja “la realidad diaria de la gente, sus acciones, problemas y
condiciones de vida relevantes para el contexto global” (p. 165), lo que supone
incluir bajo el paraguas del periodismo global a un número ingente de
informaciones que tratan temas de carácter global desde una perspectiva
claramente nacional o local. De esta manera, una noticia sobre los problemas
económicos de un ganadero italiano ocasionados por el incremento de los precios
mundiales de la energía sería considerada una información de periodismo global,
mientras que la idea que se pretende difundir a través de este estudio es que
los asuntos sobre los que versa el periodismo global son en realidad poco
numerosos. Ello se debe principalmente al hecho de que, históricamente
hablando, no son tantos los fenómenos que afectan de forma holística al futuro
de la humanidad. Más allá de las crisis económicas, políticas, climáticas y
sanitarias que se reproducen aproximadamente cada cien años, no existen muchos
más acontecimientos que, con independencia de dónde y cómo surjan, tengan la
capacidad suficiente de influir de forma concurrente, relevante, simultánea y
común en el desarrollo de las sociedades contemporáneas.
Frente a la
amplia admisión de enfoques domésticos –además de los globales– que formula
Berglez (2007, p. 165) en su propia concepción de “periodismo global”, el nuevo
concepto que se propone rechaza la inclusión laxa de este tipo de miradas,
precisamente para contribuir a delimitar con mayor rigor las diferencias entre
el periodismo global y el internacional. De otra manera, sería muy difícil
distinguir entre una pieza informativa elaborada de conformidad con las reglas
del periodismo global y otras informaciones internacionales que incorporen con
fines explicativos o interpretativos el enfoque doméstico que se precisa o
exige en tiempos de la globalización. El enfoque doméstico que se autoriza a incluir
en las informaciones de periodismo global debe ser, por consiguiente, limitado
a la mínima expresión y admitido únicamente cuando resulte pertinente.
A continuación,
y con fines ilustrativos, se incluyen algunos ejemplos de informaciones
elaboradas según los principios del periodismo global que defiende Berglez
frente a la concepción que se propone en este estudio, además de dos noticias
clásicas de periodismo internacional elaboradas según los estándares actuales:
§ Reportaje (extracto) sobre la sequía en Marruecos emitido
por la cadena de radiotelevisión pública de España (RTVE) el 19 de agosto de
2022:
“Hussein vende artesanía
tradicional solo al ponerse el sol. Ahora, dice, es cuando se está bien. La misma
plaza durante el día parece otra. A 43 grados lo que faltan son clientes”. |
“Las temperaturas están subiendo en Marruecos, nos cuenta
Abduraim Galis, profesor universitario que estudia el medioambiente. Subirán
en España, Francia, Alemania o Estados Unidos, porque el calor, dice, no es
rehén de una parte geográfica”. |
Figuras 1 y 2. Información de periodismo global elaborada
según la concepción propuesta por Peter Berglez (2006). (Fuente: RTVE play).
Imágenes y textos empleados con fines científicos.
En esta
información sobre los efectos de la sequía en Marruecos provocada por el
aumento de las temperaturas se sitúa el problema del calentamiento global en un
país concreto del hemisferio sur. Las fuentes de información son nacionales
(expertos marroquíes que se pronuncian sobre las previsiones meteorológicas en
el país) y el enfoque utilizado es también claramente nacional (se expone en
qué condiciones se desarrolla la vida de la población marroquí en verano –actividades
económicas desplazadas a un horario nocturno– y de qué forma se combaten los
efectos del calor en distintas regiones del país). Las referencias al cambio
climático son marginales (una única intervención de un experto que afirma que
el aumento de las temperaturas no conoce fronteras y la advertencia, incluida
una única vez en la locución y en un rótulo sobreimpresionado en pantalla, de
que las temperaturas registradas en Marruecos en la actualidad podrían llegar a
producirse en España dentro de unos años).
Este reportaje
televisivo emitido en el bloque de noticias internacionales del informativo de
RTVE, la cadena pública de radiotelevisión española, podría incluirse dentro de
la categoría de informaciones pertenecientes al periodismo global que describe
Peter Berglez (2008, pp. 845-858), al informar sobre los efectos de un asunto
global (el calentamiento global del planeta) en las vidas cotidianas de los
ciudadanos marroquíes con un enfoque principalmente doméstico y, al mismo
tiempo, transnacional.
§ Reportaje (extracto) sobre la deforestación de la Selva maya
emitido por la cadena de radiotelevisión pública de España (RTVE) el 19 de agosto
de 2022:
“Es la Selva maya, el segundo bosque tropical más grande de
América. Este paraíso de la biodiversidad pierde 1000 kilómetros cuadrados
cada año. Uno de los motivos: ellos. Las comunidades menonitas viven como
hace 200 años. Un pueblo migrante, que se expande y tala nuevos terrenos para
cultivar”. |
“Al ser una siembra intensiva, una producción intensiva,
pues requieren más agroquímicos, más agua”. |
Figuras 3 y 4.
Información de periodismo internacional clásica publicada en la segunda edición
del informativo de RTVE el día 19 de agosto de 2022. (Fuente: RTVE play).
Imágenes y textos empleados con fines científicos.
Este reportaje
publicado por RTVE en el mismo bloque de noticias internacionales que el
reportaje sobre la sequía en Marruecos informa sobre una de las principales
causas de la deforestación de la Selva maya (México). El reportaje muestra los
efectos que la forma de vida de la comunidad menonita (que practica un tipo de
cultivo intensivo y perjudicial para la agricultura) está causando en la
deforestación de una parte de esa selva. El uso de fuentes es claramente
nacional (autoridades mexicanas competentes en materia de agricultura), así
como el enfoque total del reportaje. En este caso, no cabe duda de que el
asunto tratado es de tipo internacional y no global (se informa acerca de un
acontecimiento que está ocurriendo fuera de las fronteras nacionales y que solo
afecta a una región concreta del planeta: la Selva maya).
La única
diferencia informativa entre el reportaje publicado sobre la sequía en
Marruecos y las causas de la deforestación en la Selva maya reside en el tipo
de asunto tratado: de carácter global en el primer caso e internacional en el
segundo. El resto del tratamiento que se les dio a ambas informaciones fue
prácticamente idéntico: uso de fuentes nacionales y enfoque mayoritariamente
doméstico.
§ Noticia completa (breve) sobre la sequía de un río en Suiza
emitida por la cadena de radiotelevisión pública de España (RTVE) el 19 de
agosto de 2022:
“Estas son imágenes del
Lago des Brenets, en la frontera de Suiza con Francia. Un destino de recreo
muy habitual donde a menudo navegan pequeñas embarcaciones. Sin embargo,
ahora el lago está así: la extrema sequía de Suiza lo ha secado
completamente. En julio ya se tuvo que interrumpir la navegación por falta de
caudal. Según las mediciones, el nivel del agua ha bajado siete veces en los
últimos años”. |
Figura 5.
Información de periodismo internacional publicada en el bloque de noticias
internacionales del informativo de RTVE el día 19 de agosto de 2022. (Fuente:
RTVE play). Captura de pantalla y texto empleados con fines científicos.
En esta noticia emitida por RTVE en el mismo
bloque de noticias internacionales que las informaciones sobre la sequía en
Marruecos y la deforestación en la Selva maya se informa brevemente sobre la
sequía de un río en Suiza en el verano europeo de 2022. La pieza no incluye
ningún tipo de desarrollo informativo sobre las causas que ocasionaron que el
río se secase, por lo que resulta imposible, rigurosamente hablando, relacionar
dicho hecho noticioso con el aumento de las temperaturas ocasionadas por el calentamiento
global, aunque esta podría ser una de las primeras causas en la que un
espectador medianamente informado podría pensar; sobre todo cuando la
información que sucedió a esta en el informativo fue el reportaje sobre la
sequía y el aumento de las temperaturas en Marruecos. Esta noticia no incluyó
un enfoque global –ni tampoco nacional o local–, por lo que tal y como fue
elaborada solo puede considerarse como de naturaleza internacional (hechos
noticiosos acaecidos fuera de las fronteras nacionales).
Tras exponer el
contenido de las tres piezas anteriores, se plantean las siguientes dudas:
¿debe ser considerada como información propia del periodismo global un
reportaje que a, pesar de tratar un tema global (el aumento generalizado de las
temperaturas), solo emplea un enfoque transnacional de forma testimonial? ¿Una
información neutra de carácter internacional (sequía de un río) podría ser
considerada como propia del periodismo global si se le añadiese un enfoque
principalmente transnacional?
La respuesta,
según el concepto de periodismo global que se propone en este estudio, sería
negativa en el primer caso y positiva en el segundo, ya que lo esencial no
sería que se tratasen asuntos de carácter global, sino que estos se abordaran
desde una perspectiva claramente transnacional, incluyendo elementos
explicativos e interpretativos y empleando fuentes supranacionales o, en todo
caso, plurales en lo que respecta a su procedencia o nacionalidad. Esos
factores son los que realmente definirían una información de periodismo global
frente a otra clásica de periodismo internacional.
§ Reportaje informativo sobre la escasez de combustible diésel
publicado en castellano en la edición online
de la cadena de televisión británica BBC (BBC News Mundo) el 15 de junio de 2022:
Figuras 6 y 7.
Información de periodismo global puro elaborada en función del concepto
propuesto en el presente estudio. (Fuente: BBC News Mundo). Capturas de
pantalla empleadas con fines científicos.
En esta información publicada online en BBC News Mundo por el
periodista Roberto Adrián Maidana (2022) se aborda un asunto de temática
indiscutiblemente global (la escasez mundial de combustible diésel), en la que
no se ha empleado ningún tipo de enfoque nacional o local. El uso de fuentes es
plural (corresponsales y analistas de mercado de BBC Mundo y Reuters,
instituciones multinacionales como el Banco Mundial y la OCDE) y el enfoque
empleado es sin duda alguna transnacional. No existe un tipo de conexión
doméstica especialmente marcada y el cuerpo de la noticia se limita a explicar
de forma extensa las causas y efectos de la carestía de combustible tipo diésel
a nivel mundial.
§ Reportaje informativo sobre la inflación mundial publicado online por la cadena de televisión
América 24 (A24) el 13 de abril de 2022:
Figuras 8 y 9. Información
de periodismo global que incorpora un enfoque nacional de forma marginal. (Fuente:
América 24). Capturas de pantalla empleadas con fines científicos.
En esta
información sobre la inflación mundial se incluye un titular que vincula este
asunto de carácter global con los efectos provocados en un país concreto
(Argentina). Sin embargo, después de examinar la información publicada por la
versión online de América 24
(Maidana, 2022), una cadena de televisión abierta de Argentina, se aprecia que
el enfoque nacional que predecía el titular solo se expresa en tres párrafos de
información de tres líneas de extensión cada uno incluidos al final de un
amplio reportaje de veintiséis párrafos, donde se explica a través de fuentes
de información plurales y de forma profusa, profunda y rigurosa en qué consiste
el fenómeno de la inflación mundial, cómo se ha originado y cuáles son sus
efectos en un listado amplio de países de diversas regiones del mundo. En este
caso, el enfoque doméstico puede ser considerado como muy minoritario y su
presencia obedece a una mera estrategia periodística para captar la atención
del público objetivo del medio (lectores de nacionalidad argentina) sobre un
asunto complejo y, a priori, poco
atractivo en comparación con otras noticias más populares, como las soft news. La información, por tanto,
cumple con todos los requisitos que conforman el concepto de periodismo global
que se propone utilizar en este estudio.
El concepto de
periodismo global que ahora se propone descansa principalmente en el uso de
fuentes de información globales, procedentes de organismos e instituciones
internacionales cuya credibilidad esté fuera de toda duda o bien que sean
producto de la colaboración entre distintas entidades, asociaciones de expertos
o académicos que puedan emitir opiniones informadas en relación con las
materias sobre las que versa el periodismo global. La naturaleza de este tipo
de fuentes es común a las que se emplean en el periodismo internacional, aunque,
en el caso del periodismo global, se trata de recurrir en mayor medida a
fuentes plurales que hayan sido seleccionadas huyendo de criterios ideológica o
culturalmente delimitados. En ese sentido, la definición del tipo de fuentes
empleadas en el concepto de periodismo global propuesto coincide plenamente con
la idea de fuentes de información manejada desde hace años por Berglez (2013,
p. 5).
El trabajo
colaborativo, ya sea a la hora de elaborar fuentes de información comunes,
investigar asuntos complejos o verificar hechos noticiosos, es un rasgo común y
definitorio del periodismo global que se ejerce en la actualidad y que ha
querido incorporarse a la definición propuesta en este estudio. La cooperación
entre profesionales de la información radicados en distintos lugares del mundo
que actúan conforme a unos principios comunes supone una innovación respecto a
prácticas de trabajo pasadas y una consecuencia de la actual globalización
informativa. El trabajo en red comprende el acceso a fuentes y recursos de
información por parte de productores de la información periodística de ámbito
regional o local que, en otros tiempos y circunstancias, no hubiesen tenido esa
oportunidad. El periodismo global favorece, por tanto, el ejercicio de un
periodismo de calidad sobre asuntos transnacionales por parte de medios de
comunicación de países en vías de desarrollo o que cuenten con escasos recursos
económicos, ampliando así su ámbito de influencia a audiencias más amplias que incluyen
a las locales e hiperlocales y contribuyendo a superar los límites impuestos
por el tradicional etnocentrismo informativo.
El último rasgo
que se ha introducido en la definición de “periodismo global” que en esta
ocasión se propone es el tratamiento interpretativo de la información. En el
mismo sentido que expone Gerodimos (2013, p. 488), se hace preciso reforzar el
componente explicativo, así como el análisis profundo de los asuntos que se
tratan y que se dirigen a una audiencia global y no especializada. Este rasgo,
común al periodismo internacional y a otras formas de periodismo en las que la
complejidad de los asuntos tratados es más elevada, surge con mayor fuerza en
el periodismo global. Si realmente este tiene vocación de continuidad, sería
necesario publicar informaciones más claras y accesibles para grandes sectores
de la población mundial y superar la elaboración de noticias destinadas solo a
audiencias minoritarias. Como denominador común, las noticias deberían incluir
una exposición clara y ordenada de los hechos y ayudar a los receptores de la
información a comprender el contexto y los efectos que los asuntos globales
ejercen en los ámbitos donde se desarrollan sus vidas cotidianas. Esta exposición
rigurosa de los hechos noticiosos es compatible tanto con los géneros
informativos (noticias y reportajes informativos) como con los géneros
interpretativos (crónicas, reportajes interpretativos y entrevistas), aunque no
tanto con los géneros de opinión, los cuales, por su propia naturaleza, tienden
a exponer opiniones política o ideológicamente interesadas cuando no están
correctamente fundamentadas.
A pesar de que
en los últimos años se ha venido observando un progresivo declive en el interés
que suscitan las noticias internacionales, no es menos cierto que la
multiplicación de crisis de ámbito global está despertando de su letargo
informativo a sectores de audiencia mucho más amplios. La llegada de la
globalización impuso nuevas normas de consumo y producción de la información
publicada por los medios de comunicación, dando lugar a nuevas formas de
presentar y explicar los hechos informativos que suceden más allá de las
fronteras nacionales.
El surgimiento
del denominado “periodismo global”, apoyado por un sector mayoritario de la
doctrina encabezado por Berglez (2008, pp. 845-858) y entendido como un nuevo
estilo de informar sobre asuntos globales desde una perspectiva
predominantemente transnacional, ha sufrido cambios y transformaciones relevantes
desde su formulación original a mediados de los 90 –cuando su existencia fue
incluso cuestionada por los expertos (Hafez, 2009, pp. 329-331)– hasta la
actualidad.
La forma en la que
se manifiesta el periodismo global en la actualidad supone reconocer su
existencia de forma diferenciada del periodismo internacional, del que a pesar
de todo procede y con el que sigue compartiendo rasgos comunes (uso de fuentes
de información, análisis interpretativo de los hechos). El periodismo global,
tal y como se expresa a principios de la década del 2020, supone abordar el
tratamiento informativo de fenómenos globales desde una perspectiva
transnacional capaz de explicar con claridad la complejidad de las relaciones
internacionales que afectan al conjunto de la población mundial, empleando
nuevas fuentes y fórmulas de trabajo basadas en la colaboración y en el
intercambio de información.
Este tipo de
periodismo resulta esencial para la formación de la opinión pública
internacional, sobre todo en momentos de grandes crisis globales. La
incorporación de fuentes de información supranacionales, plurales,
independientes y contrastadas según principios comúnmente aceptados supone una
garantía de credibilidad frente a la desinformación generada por distintos
grupos de interés y difundida a través de canales de información alternativos y
no mediáticos. Ello, a pesar de las debilidades de las que aún adolece el
periodismo global cuando es producido por los grandes grupos mediáticos
internacionales que, de forma directa o indirecta, siguen introduciendo en
mayor o menor medida enfoques étnicos o culturales predominantes o propios de
determinadas nacionalidades.
El periodismo
global ha alcanzado una fase de desarrollo digna de ser estudiada de forma
empírica, superando el tradicional debate teórico original sobre su existencia
o inexistencia como una nueva disciplina informativa. El objetivo para alcanzar
la madurez académica es desarrollar nuevas investigaciones sobre sus diferentes
formas de expresión (enfoques más o menos domésticos que incorporan las
noticias), el uso de distintas fuentes de información, el recurso a distintos
formatos (televisivos, audiovisuales, digitales) o la eficacia en el recuerdo y
la comprensión de información narrada a través de los distintos géneros
periodísticos, entre otras.
Por último, el
futuro del periodismo global pasa por profundizar en el análisis de sus
relaciones con el periodismo internacional (interdependencia, relación de
complementariedad, relación de subordinación, etc.), así como con otras
especialidades informativas –como la información nacional o local–, con el fin
de descubrir el papel real que ejerce en la formación de la opinión pública
global respecto a los asuntos más relevantes que afectan al conjunto de la
población mundial.
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