Austral Comunicación
ISSN-L 2313-9129
ISSN-E 2313-9137
Volumen 14, número 2, 2025
e01425
Gabriela Cicalese*
https://orcid.org/0009-0009-9838-595X
Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Lomas de Zamora, Argentina.
cicalese.gab@gmail.com
Soledad Arreguez Manozzo
https://orcid.org/0000-0002-8107-6669
Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Nacional de
Lomas de Zamora. Lomas de Zamora, Argentina.
s.arreguez@gmail.com
Fecha de finalización: 4 de diciembre de 2023.
Recibido: 3 de enero de 2024.
Aceptado: 24 de marzo de 2025.
Publicado: 29 de abril de 2025.
DOI: https://doi.org/10.26422/aucom.2024.1402.cic
Resumen
El proyecto educativo transmedia “Las Malvinas desde el Conurbano sur. A 40 años de la Guerra” de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora invitó a los diferentes espacios curriculares a indagar desde distintos enfoques y perspectivas el conflicto bélico de 1982 en Argentina y a crear contenidos que expandan la temática desde una perspectiva de género(s) y desde una dimensión local del conurbano sur bonaerense, a través de materiales y actividades que configuren una propuesta pedagógica crítica y transformadora, transferible a otros niveles educativos.
En el marco de esa iniciativa, la cátedra de Semiología (carreras de Periodismo, Comunicación Social, Relaciones Públicas y Publicidad) y Semiología y Análisis del Discurso (profesorado y licenciatura en Letras) se propuso recuperar experiencias y relatos de mujeres del conurbano sur y la Guerra de Malvinas. Este artículo narra la experiencia de cátedra y a partir del trabajo de campo. Por medio de metodología exploratoria etnográfica, la indagación a mujeres del conurbano habilitó la puesta en práctica de conceptos y herramientas analíticas propuestas por la materia, en especial aquellas vinculadas a las narrativas de la memoria, el abordaje de discursos míticos y la percepción del espacio urbano. La propuesta pedagógica, enmarcada en la educomunicación, permitió que el estudiantado recupere voces de mujeres de sus propios barrios y participe de procesos de reconstrucción de memoria colectiva, y así (re)conocer(se) en narrativas de la historia argentina reciente desde la mirada conurbana.
Desde Semiología se aborda la narrativa identitaria y la memoria como dimensión de la fenomenología. A partir de allí, historia, memoria y olvido son entendidas como instancias dialógicas entre la experiencia y la reflexión, entre lo personal y colectivo, entre los discursos dominantes y subalternos.
Palabras clave: memoria colectiva, Malvinas, mujeres, mirada conurbana, didáctica semiótica.
Abstract
The transmedia educational project “The Malvinas from the southern Conurbano. 40 years after the War” – Faculty of Social Studies (unlz.edu.ar) invited the different curricular spaces to investigate the war conflict of 1982 in Argentina from different approaches and perspectives and to create content that expanded the theme from a gender perspective (s) and from a local dimension of the southern Buenos Aires suburbs, through materials and activities that make up a critical and transformative pedagogical proposal, transferable especially to other educational levels.
Within the framework of this proposal, the chair of Semiology (Journalism, Social Communication, Public Relations and Advertising majors) and Semiology and Discourse Analysis (teachers and Bachelor of Arts), will improve experiences and stories of women from the southern conurbano related to the Malvinas War. This article narrates the teaching experience. Through ethnographic methodology, this proposal enabled an inquiry by the students, the implementation of concepts and analytical tools proposed by the subject, especially those linked to the narratives of memory, the approach to mythical discourses and the perception of urban space. This pedagogical proposal, framed in educommunication, allowed the students to recover voices of women from their own neighborhoods, participate in processes of reconstruction of collective memory, and thus (re)know part of recent Argentine history from the suburban perspective.
From Semiology, the identity narrative and memory as a dimension of phenomenology are especially addressed. From there, history, memory and oblivion are understood as dialogic instances between experience and reflection, between personal and collective instances, between dominant and subordinate discourses.
Keywords: collective memory, Malvinas Islands, women, conurban perspective, semiotic didactics.
Resumo
O projeto educativo transmídia “Las Malvinas dos subúrbios do sul. 40 anos depois da Guerra” – Faculdade de Ciências Sociais (unlz.edu.ar) convidou os diferentes espaços curriculares a investigar o conflito bélico de 1982 na Argentina a partir de diferentes abordagens e perspectivas e a criar conteúdos que expandam o tema desde uma perspectiva de gênero. (s) e desde uma dimensão local da periferia sul de Buenos Aires, através de materiais e atividades que constituem uma proposta pedagógica crítica e transformadora, transferível especialmente para outros níveis educacionais.
No âmbito desta proposta, a cadeira de Semiologia (cursos de Jornalismo, Comunicação Social, Relações Públicas e Publicidade) e de Semiologia e Análise do Discurso (professoras e bacharéis em artes), propôs recuperar experiências e histórias de mulheres dos subúrbios do sul e das Malvinas Guerra. Este artigo narra a experiência docente. Por meio de metodologia exploratoria etnográfica, esta proposta possibilitou a indagação dos alunos, a implementação de conceitos e ferramentas analíticas propostas pela disciplina, especialmente aquelas ligadas às narrativas de memória, à abordagem dos discursos míticos e à percepção do espaço urbano. Esta proposta pedagógica, enquadrada na educomunicação, permitiu às alunas recuperar vozes de mulheres de seus próprios bairros, participar de processos de reconstrução da memória coletiva e, assim, (re)conhecer parte da história recente da Argentina desde a perspectiva urbana.
A partir da Semiologia, a narrativa identitária e a memória são abordadas como dimensão da fenomenologia. A partir daí, a história, a memória e o esquecimento são compreendidos como instâncias dialógicas entre experiência e reflexão, entre instâncias pessoais e coletivas, entre discursos dominantes e subalternos.
Palavras chave: memória coletiva, Malvinas, mulheres, visão suburbana, didática semiótica.
La propuesta de cátedra se enmarca en el proyecto educativo transmedia “Las Malvinas desde el conurbano sur. A 40 años de la Guerra” de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ). El proyecto incluyó la realización de producciones periodísticas y educativas sobre el conflicto bélico de 1982, desde un abordaje local para su articulación y transferencia con instituciones educativas de los municipios de Lomas de Zamora, Lanús, Almirante Brown y Esteban Echeverría, zona de influencia directa de la Universidad, institución creada una década antes de la guerra. La producción sigue la tradición de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNLZ, que trabaja con asociaciones de excombatientes desde hace más de una década, a partir del rescate de las historias de un grupo de excombatientes y veteranos de la Guerra de Malvinas, oriundos de la zona sur del conurbano bonaerense.
En ese proyecto institucional, la cátedra de Semiología y Análisis del Discurso propuso recuperar experiencias y relatos de mujeres del conurbano sur y la Guerra de Malvinas. Otras Secretaría de Investigaciones de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNLZ, la Agencia Universitaria de Noticias y Opinión (AUNO) y las cátedras de Historia Social General e Historia Argentina, Taller de Innovaciones Educativas, Semiología, Semiología y Análisis del Discurso, Radio y Taller de Radio, Taller de Televisión, Comunicación Publicitaria, el Área de Medios, la Secretaría de Extensión y el Servicio de Atención y Orientación Psicopedagógico (SAOP).
Las miradas desde y hacia el conurbano se enmarcan en el campo de la educomunicación, entendida como una forma de proponer materiales con los que “los destinatarios tomen conciencia de su realidad, para suscitar una reflexión, para generar una discusión” (Kaplún, 1998, p.17). Siguiendo los principios de la comunicación educativa (Prieto Castillo, 2010, p.51) se buscó un proceso transformador (Freire, 2010) que habilite prácticas no tradicionales en el ámbito universitario y que expanda el salón de clases y los saberes teóricos, en un proceso de recuperación y diálogo de vivencias y voces locales. Desde esta perspectiva, la propuesta pedagógica pone énfasis en el proceso, más que en los contenidos finales, es decir en la interacción entre las personas y su existencia inmediata y cercana (Kaplún, 1998). Se propicia un circuito de acción, reflexión y transformación.
En parte, el ejercicio de indagación tuvo como norte un aprendizaje situado (Vygotsky, 1985) que supone construir conocimiento desde el contexto social del estudiante y en relación con otros y otras. Este carácter, inherentemente social, posibilita la participación de cada estudiante en su comunidad y en contextos significativos para sí. De este modo, toma un rol activo en la construcción del conocimiento. La reflexividad (Giddens, 1997) enfrenta a los y las estudiantes a saberes examinados continuamente, analizando y estudiando sus propias prácticas y las de su entorno. De este modo, el conocimiento sobre una temática histórica macrosocial no es estático sino reformulado a partir de los nuevos diálogos y aprendizajes de esta experiencia educativa situada.
Por último, la propuesta de trabajo se orienta a la mirada desde el conurbano, como una narrativa posible que se aleja de las representaciones sociales hegemónicas, que suelen relacionar este territorio con relatos estigmatizantes sobre desigualdades estructurales, pobreza, drogas y delincuencia, entre otros (Walking Conurban, 2021). La mirada desde nuestro propio territorio es un intento de (de)construcción y (re)construcción de una narrativa que ponga en valor a sus actores, sus experiencias y sus aprendizajes.
Malvinas 40 años propuso cuatro líneas temáticas: géneros, identidad, soberanía y territorio, cultura malvinense y medios de comunicación. El trabajo de 2022 de las cátedras Semiología -de las carreras Comunicación Social, Periodismo, Relaciones Públicas y Publicidad- y Semiología y Análisis del Discurso -de las carreras Profesorado y Licenciatura en Letras-, se incluyó en la sección Géneros con la propuesta Mapa de Voces “Otras miradas de la guerra de Malvinas: los relatos de mujeres del conurbano bonaerense sur”.
Durante ambos cuatrimestres de 2022, de forma individual o en duetos, los y las estudiantes entrevistaron a mujeres del conurbano vinculadas de algún modo con la guerra de las Malvinas. El corpus completo consistió en 34 entrevistas realizadas en el primer cuatrimestre y 37 durante el segundo, y en sus respectivos registros audiovisuales. Cada equipo realizó también un compilado de entre 8 y 10 minutos (con momentos significativos de los intercambios más amplios, de duración aproximada entre 30 y 45 minutos), centrado en los tópicos: memorias de la guerra, miradas desde el conurbano y reconocimiento local, temáticas de género, y como tópicos emergentes, medios de comunicación y reconocimiento en el discurso público. Este material fue luego compilado y seleccionado por un equipo de estudiantes avanzados, que sistematizó la publicación para el proyecto transmedia institucional.
La realización de las entrevistas a estas mujeres vinculadas a la guerra de las Malvinas se centró en:
A) Una opción pedagógica para trabajar teoría. La cátedra propuso abordar conceptos semióticos a partir de la experiencia, la producción discursiva -en este caso, la entrevista- y la revisión de ese discurso en el que se está implicado o implicada (Cicalese, 2015), que se distancia del análisis de producciones comerciales o concentradas, o discursos de la agenda pública y de otros, sino de la construcción de vínculos afectivos (en el sentido de Deleuze) y atravesar la propia experiencia en términos teóricos y clave reflexiva. Según la propuesta didáctica de la cátedra, los conceptos teóricos se trabajan de manera espiralada en procesos de interpretación, aplicación a casos concretos, producción a partir de esos conceptos, reflexividad del proceso e integración con otros conceptos.
B) La configuración memorial. Entendemos el proceso de la memoria como flujo temporal que se presentifica, procesos de retención y rememoración (Husserl, 1982). Se consideran la reactualización de los recuerdos, con riesgos de anacronismos y transferencias de discursos sociales vigentes de cada época. En este caso, en cambio, los procesos de retención (recuerdos atravesados aún por la emoción) han permanecido por décadas, debido a la poca circulación de sus voces y discursos.
C) Doble marginalidad de algunos discursos. Las voces de las mujeres que participaron del conflicto, silenciadas durante más de tres décadas, han sido rescatadas por procesos de reivindicación a partir de distintos mecanismos discursivos (Salerno, 2022), y han motivado procesos de políticas públicas para su reconocimiento (Cicalese, 2010b).
En el caso de esta propuesta didáctica, las voces de las excombatientes y los planteos de género fueron un disparador[1] antes de la realización de entrevistas. Pero el perfil de las entrevistadas por los y las estudiantes de Semiología se ligó a mujeres que ocuparon roles de cuidado, de acompañamiento afectivo, comunitario y territorial. Apareció allí la problemática de circulación y retracción en discursos de cercanos, domésticos, barriales, desde el propio conurbano. No son mujeres que viajaron al sur ni a las islas en 1982, ni tuvieron participación directa en el conflicto. Lo hicieron a través de entornos familiares de combatientes, en sus barrios, a través de cartas y mecanismos de búsqueda de noticias, organización y participación en ceremonias de recibimiento u homenaje en el regreso, colectas u otras acciones subordinadas. No constituyen parte de la memoria en disputa (o la memoria combativa, por seguir en la línea de Salerno), sino que entienden esos recuerdos como parte de su memoria personal, inmediata y familiar. El rol de género se liga intencionalmente e interseccionalmente a una cuestión de clase. Collins (2000) teorizó sobre el aprendizaje situado como formato de la teoría feminista y explicaba respecto de feministas negras, que sus voces "sólo pueden fomentar la autonomía del grupo cuando promueve coaliciones eficaces con otros grupos" (p. 36). En este caso, es la conexión con las entrevistadas (vecinas, referidas por amigos y cercanos, de quienes se desconocía en la mayoría de los casos su tránsito de vida vinculado a Malvinas) lo que permite a cada estudiante o dueto de estudiantes pensar y revisar las voces y experiencias invisibilizadas y colisionar, en empatía con ellas, frente al discurso generalizado.
D) Política institucional desde y para la articulación. La comunidad educativa fue aprendiendo sobre los trayectos de vida de los ex combatientes de sus barrios[2] o en entrevistas publicadas en medios, videos y eventos en paralelo, durante toda su historia institucional. Esta producción de entrevistas se compiló y acompañó con una guía de producción denominada “Narrativas identitarias Propuestas de Trabajo – Malvinas 40 Años (unlz.edu.ar)” para que la experiencia pueda ser replicada en otros niveles educativos y por otras organizaciones comunitarias.
Durante la preparación de la guía para realizar la entrevista, los ítems a indagar (amplios, abiertos, exploratorios, disparadores) debieron conectar con cada uno de los conceptos trabajados en la materia y propiciar así, emergentes de figuras míticas, hitos condensadores de identidad, dicotomías urbanas, identificación de secuencias conversacionales e instancias retóricas situadas.
La metodología de acceso al campo fue exploratoria. Cada estudiante o dueto contactó a una mujer relacionada con la guerra con preguntas abiertas inspiradas en conceptos trabajados en la materia: registro de hitos condensadores de identidad, procesos de rememoración y conmemoración, figuras míticas, dicotomías espaciales, fantasmagorías urbanas, tópicos e isotopías, campos semánticos, analogías y herramientas de argumentación, análisis de la conversación, etc. Este andamiaje conceptual se completó con emergentes, como preguntar por reconocimiento barrial e institucional de municipios o la exploración de alguna calle con el nombre de excombatientes locales.
La realización de las entrevistas en duetos propició también la inscripción de la situación discursiva entrevista en términos dialogales. Y el análisis compartido supuso rastrear tipos de interlocuciones. El análisis de la conversación (Pomerantz y Fehr, 2000) precisamente navega entre la semiología y la etnografía, al consignar una técnica centrada en detectar secuencias y acciones, así como relaciones de estas. La selección y análisis -tanto de los propios equipos durante el cursado como del equipo de sistematización- se realizó con posterioridad al campo y permitió sumar, como miradas transversales, la perspectiva de género(s) y la dimensión local del conurbano sur bonaerense, ejes que significaron un aporte al proyecto transmedia institucional.
Desde una mirada filosófico-narrativa, la memoria colectiva se liga al proceso de conmemoración (Ricoeur, 2000). Los relatos históricos se perciben como resultado de construcciones sociales y en cruce con marcos y discursos que, en cada presente, se vuelven validadores u obturadores de determinadas evocaciones del pasado.
En el paso de la rememoración (individual) a la conmemoración (colectiva), existe un desplazamiento: ‘mi’ recuerdo deja de estar anclado en la vivencia, en el sentir, en el proceso de retención[3] y se convierte en relato, alusiones que sólo subsisten en la medida en que otras personas -hayan compartido o no esa experiencia- aceptan ‘mi’ recuerdo. Esa primera instancia es ya, entonces, interactiva y se completa con un segundo momento, cuando el relato del recuerdo entra en negociaciones con otros discursos circulantes: cercanos o macrosociales, afines o contradictorios.
Así, a través de múltiples referencias y entrecruzamientos discursivos, los conflictos bélicos del pasado se conmemoran y revisan de diferente modo en cada nuevo momento de (re)construcción de la memoria histórica. En las disputas por el sentido, tanto los relatos oficializados, difundidos y aceptados como las construcciones alternativas y contrahegemónicas, ponen el foco en las rememoraciones de quienes protagonizaron los hechos. Sólo recientemente se han abordado desde estudios académicos las experiencias de mujeres participantes en la contienda: enfermeras, instrumentadoras, civiles y militares. La vocación comunitaria de la cátedra organizó, en cambio, una variable excluyente: mujeres que habitaran o hubieran habitado en 1982 en el conurbano sur bonaerense.
En ese cruce de variables, se habilitó a un aprendizaje vinculado y comprometido con otras perspectivas acerca de la guerra. Antes de realizar la entrevista, las y los estudiantes solían preguntar: “Conozco a una vecina que fue novia de un soldado durante la guerra, pero ahora no está más con él… ¿sirve para hacer la entrevista?”, “Conozco una directora de escuela donde se hizo una colecta durante la guerra”, “¿Una secretaria de un centro de excombatientes que se generó en los ´90?” o “¿Una señora que tuvo un hijo que murió en Malvinas?”. Las reiteradas respuestas afirmativas a todas estas preguntas comenzaron a resignificar el alcance de los múltiples niveles de “participación” de un hecho colectivo como la guerra de las Malvinas.
Un sentido más amplio de esta primera referencia espontánea llevó también a una mirada reflexiva de las dicotomías de género (y de espacio (Silva, 2006): adentro y afuera, centro y periferia, protagonizar y acompañar. Todos -estudiantes, docentes y entrevistadas- éramos parte de una periferia que tenía para decir. De este modo, el proyecto se encuadra en una metodología exploratorio-etnográfica que fue posible porque el estudiantado no conocía prácticamente detalles de la guerra. Por su edad, el tránsito escolar había conmemorado muy genéricamente el conflicto.
En la narrativa identitaria -volvemos a Ricoeur y sus relecturas- la presión social no aparece como exclusiva ni totalizadora: enmarca, pero no determina. Las voces silenciadas sobreviven, porque han aceptado el silencio externo, pero permanecen en la intimidad de lo doméstico. Nuestras entrevistadas no habían sido consultadas desde su experiencia, su vínculo afectivo o sus tareas, menos relevantes, en el discurso tradicional. La emoción que generó ese reconocimiento se expresó a través del comentario “espero que sirva” a una producción universitaria aquellos recuerdos personales.
La evaluación del trabajo consideró también, como parte de los principios de comunicación educativa, una autoevaluación de la performance de la entrevista, en dos líneas: por un lado, si se habilitó suficientemente la palabra y cuánto condicionaron con preguntas mal formuladas u opiniones propias en el intercambio; y por otro, la revisión de omisiones de repreguntas, o nuevas preguntas si se repitiera la experiencia, etc. Esta autoevaluación pretende que cada estudiante tome conciencia de la autoridad epistémica que significa su tránsito en el barrio, desde un rol de investigación.
Durante el segundo cuatrimestre, un equipo de estudiantes avanzados que ya había cursado la materia[4] presentó un avance de investigación y análisis semiótico sobre memoria y las mujeres de la guerra de las Malvinas en el II Congreso Internacional de Ciencias Humanas en UNSAM. El trabajo era un análisis en curso, a partir de la producción de las entrevistas que hicieron los y las estudiantes que cursaron la cátedra de Semiología, como parte del proyecto institucional “Las Malvinas desde el conurbano Sur”.
En la discusión por la inclusión de género en los currículos de las carreras de Comunicación en Argentina, se debaten entre los espacios curriculares específicos que aborden la problemática de género y la transversalización de perspectivas en distintos espacios del currículum[5]: abordar los temas centrales de cada disciplina a partir de aportes de mujeres, conocer perspectivas feministas, pensar epistemologías de lo diverso, incluir la interseccionalidad, la decolonialidad y el pensamiento crítico.
En el caso de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNLZ, se habilitaron espacios extracurriculares vinculados a la investigación, la extensión y a la producción en la Agencia AUNO. En los espacios curriculares de las materias Semiología -de 3er. o 4to. año de las carreras de Comunicación Social, Periodismo, Relaciones Públicas y Publicidad- y Semiología y Análisis del Discurso -3er. año de profesorado y licenciatura en Letras-, de dictado cuatrimestral en dos ediciones anuales, la perspectiva de género se trabaja de modo transversal en diferentes trabajos integradores de clases teóricas desde 2019[6]. En ediciones anteriores se había trabajado en la elaboración de podcasts con diferentes temáticas: brecha laboral, violencia, y equidad en las decisiones, entre otras. Algunos grupos presentaron esas producciones en las Jornadas de Intercambio Producciones en clave de género, realizados en modalidad virtual desde la Escuela de Humanidades de la UNSAM, el 2 y 3 de julio de 2021[7].
Pero, además, existe en la propuesta una transversalidad pedagógica, que propicia transitar conceptos teóricos y analíticos a través de producciones, prácticas y experiencias propias. Se trata de dos dimensiones -la problematización y reflexividad de género y la opción pedagógica en articulación con la vida cotidiana- que son propias de la epistemología feminista.
Ilustramos con algunos resultados y testimonios parte de la sistematización de los conceptos centrales en la materia:
1) Para Husserl, el pasado, presente y futuro son abstracciones que sólo aparecen cuando un humano conecta con ellos. Así se distinguen los conceptos retención (pasado), impresión (presente) y protensión (futuro) cuando el vínculo afectivo atraviesa la cosa evocada y rememoración (pasado), presentificación y promesa (futuro), cuando se trata de un recuerdo del que ya nos hemos desvinculado afectivamente. Es interesante distinguir cómo aparecen sólo con distancia afectiva aquellas repeticiones del discurso social vigente, cuando las entrevistadas hablan de los gobiernos, de los medios, de la gente como una abstracción. Algunos testimonios: “Fijate que el festejo del Bicentenario tuvo a artistas cantando el himno y canciones patrias y la Marcha de Malvinas ni apareció, no la cantó nadie”, comenta una entrevistada. “Ahora él comienza a pensar en Malvinas porque sabe que a la gente le está interesando eso y no da vergüenza como antes”. Sin embargo, a medida que las evocaciones conectaban con sus familiares y amigos ex combatientes, con alguna experiencia (directa o colectiva), las entrevistadas se emocionan, se nota la voz entrecortada, el proceso de retención: “Cuando le hicieron un homenaje a los caídos y nombraron a mi papá, me di cuenta que había sido realmente un héroe”. “Mirá esta carta, la tengo gastada de tanto leerla, pero casi nunca se la mostré a nadie”.
2) En línea con los conceptos de la narrativa identitaria (Cicalese, 2009), esta herramienta de hitos como huellas en los relatos de historias y trayectos de vida suelen ser aplicados con mayor facilidad por principiantes en semiótica. Los hitos de apropiación (de época y lugar) no siempre siguen las lógicas que tenían los estudiantes para el registro de la situación Malvinas. Las entrevistadas confundían un gobierno con otro en relación con este tema, mientras que las y los estudiantes -más politizados o partidarios de uno u otro- entendían que habían sido políticas antitéticas. Los hitos de identificación con arquetipos y distanciamiento con estereotipos (Cicalese, 2010a) también han puesto en jaque algunos preconceptos: las entrevistadas no miraban a los militares con igual responsabilidad frente al genocidio y la desaparición de personas[8] que frente a Malvinas (aspecto que sí operaba en los estudiantes), sino que reivindicaban la gesta, la convertían en acto de patriotismo y ponían a militares valientes -superiores de sus familiares- como arquetipos a imitar. Una entrevistada sostenía: “Por supuesto que la corrupción de las cosas que mandamos todos y nunca llegaron, los chocolates que aparecieron en Santa Cruz”. Otros hitos de la narrativa identitaria se ligan a las continuidades y cambios: la rendición del 10 de junio de 1982 fue la gran escena reveladora que marcó en los relatos un antes y un después, más aún que el momento de comienzo de la guerra.
3) Aparecieron frases hechas y palabras ajenas (Bajtin, 1982). “Los chicos de la guerra”, a veces aparece como lugar de refugio. En palabras de una de las mujeres: “Eran muy chicos cuando fueron… ‘los chicos de la guerra'… fue un crimen que hayan tenido que ir tan desprotegidos, con frío, sin armas, pasando hambre, sin provisiones… y nosotros desde aquí no sabíamos ni qué hacer”. Pero otras veces aparece como denominación de la alteridad hacia sí, y de la que las entrevistadas toman distancia: “No eran chicos… eran chicos de edad, pero eran hombres valientes”. En términos de nuestra perspectiva transversal de género, notamos aquí una intersección entre edad y género. Se deja de pensar en ellos como “chicos”, precisamente, por reconocerles atributos especialmente vinculados a la hombría.
4) En términos proxémicos (Hall, 1992) es llamativo que sólo un 8% de las entrevistas fueron realizadas en lugares públicos -bares, centros de excombatientes, sedes de algún club social, escuela- mientras que el 92% restante de las entrevistas fueron realizadas en el entorno de la propia casa. Las distancias dentro de la interacción social se complementan con datos del entorno. Malvinas tiene presencia en las casas, en algún cuadro, afiche, adorno, souvenir o detalle.
También la situación de paridad entre entrevistadores/entrevistada, por ser de la misma comunidad, del mismo barrio, genera una construcción de ipseidad que habilita el intercambio y especialmente la emoción, la confesión, la reflexión íntima. Sólo en casos en los que la entrevistada se había mudado a otras provincias del país se permitió la entrevista por Zoom. La liminalidad de esta tecnología fue también considerada en clave proxémica y sus límites en la interacción.
5) La construcción de ipseidad (Ricoeur, 2000) se refleja en frases como: “Yo, mis abuelos, todas las familias, nos organizábamos para mandar cajas anónimas para todos, para cualquier soldado que estuviese combatiendo en las islas. ¡Eso a mí me encantaba! porque era ser parte desde el otro lado de la trinchera”. Ese sentimiento de ser parte de un todo durante la guerra se traslada a hoy, al momento de una conmemoración colectiva. En otros testimonios se escucha: “El 2 de abril pasaba desapercibido, para la gente siempre fue como un feriado cualquiera más, no como una jornada para honrar a los héroes… los caídos y los que nos quedaban… que hay que ver cómo estaban los que volvieron: deprimidos, varios se suicidaron, a muy pocos les duraba el trabajo”.
Otra entrevistada comenta emocionada: “Los vecinos venían a preguntar casi todos los días si teníamos noticias… cuando volvió lo esperaron en la esquina y lo recibieron como un héroe… todos… no faltó nadie”. El nosotros, de entonces y ahora, construía una alteridad cuando no existía ese reconocimiento. La relación entre el mandato de ser varón proveedor, propio de hace algunas décadas en estas familias, aparece también como signo de alteridad: “Nos organizamos de otra manera… él se quedó más en casa, yo salí más a trabajar -dice una ex esposa de un soldado, de profesión docente- la gente nos miraba mal, tanto hombres como mujeres, como si no lo respetaran tanto porque no era él el que pagaba la olla todos los meses… y la verdad es que mis hijos se quedaban con él, si no, yo no hubiera podido hacer nada de lo que hice”.
6) Referencias territoriales en términos de imaginarios urbanos (Silva, 2006). Expone enfáticamente una entrevistada, que vive en Banfield: “Voy a tener 92 años y voy a seguir colgando la bandera los 74 días para que alguien diga ‘¿Por qué la Negra (su propio apodo) cuelga la bandera los 74 días?’ Siempre que pueda voy a seguir tratando de entender lo que pasó y entender lo que pasa… y que mis vecinos también entiendan”. Ese exterior de su ventana, esa bisagra física entre el adentro y el afuera, se convierte en un lugar entre la intimidad de su familia (es ella la que está de duelo y quiere entender) y el mundo exterior (barrio, conocidos, pares).
También el autor plantea otra serie de dicotomías, como la de centro-periferia, que a veces remite incluso a jerarquías de valor internas. “Después de la guerra se habló mucho de los muchachos pobres del norte a los que habían mandado a luchar, de Formosa, Chaco, Tucumán… pero los que fueron desde aquí también eran pobres… o fueron pobres después, porque si hubieran seguido aquí uno hubiese podido mandarlos con esfuerzo a estudiar, pero a la vuelta fue imposible”. Cuando se habla de la centralidad, el conurbano no aparece. Cuando se habla de la pobreza, tampoco.
La puesta en relieve de algunas mujeres ex combatientes ha transitado instancias de discursos públicos (audiovisuales, entrevistas, paneles y reconocimiento) y se pone en cuestión el proceso de invisibilización de quienes estuvieron en la guerra, en tareas y en territorios involucrados en el proceso bélico. En el caso de nuestro material, en cambio, también se indaga otro tipo de participación: la contención afectiva, el contacto desde lejos, la espera, los brazos que reciben, el acompañamiento de los estados anímicos durante el regreso, la intervención en el entorno inmediato.
Las mujeres recordaron escenas como “(él) estaba como aturdido, le costó volver”, “durante los primeros años, lo veíamos deprimido, sin ganas, costó que volviera a conectarse”, “cuando volvió, lo primero que quiso fue comer las tortas fritas que hacía mi mamá”, y “varios años después vinieron a buscarlo para armar el Centro de Excombatientes, (él) no quería, pero lo convencimos”. Durante una de las entrevistas dos estudiantes preguntan qué se siente ser esposa de un excombatiente. La entrevistada señala: “Se siente que uno también es combatiente. Cosa que no es valorada, tampoco, ¿no? No es algo que lo tengan mucho en cuenta. Porque la mujer de un excombatiente también lo fue”.
Habilitar a las personas a hablar desde su experiencia no se liga a ‘dar voz’ a quien no la tiene en la mirada del proceso histórico. Tal como plantea Mata (2011) esa intención política parte de una mirada paternalista, que desconoce la palabra que se expresa a través de prácticas. En el caso de Malvinas, los modos de vivir las fechas históricas, sentir, llorar y homenajear, han sido más silencios que voces.
Durante esta tarea, el hecho de poner como lugar privilegiado de autoridad las voces de protagonistas, y no sólo de autores/as consagradas (Gutiérrez Cacciabue, 2017), conduce a estudiantes de Comunicación y Letras a un cambio en la jerarquía de construcción de conocimiento, y en el modo de acercarse a los discursos y a la memoria colectiva.
En un segundo momento, la trama de historias individuales permitió tejer una red mucho más amplia de una memoria local, colectiva, que permanecía latente. Luego de 40 años, podríamos entender que cualquier relato vinculado a lo vivido entonces ha pasado a ser rememoración (cuando la cosa evocada se ha desconectado ya de la emoción y pasa a ser recuerdo). Pero en la mayor parte de las entrevistas, se resaltó el proceso de retención y emoción o congoja, especialmente por esa alusión primera en una instancia pública: en una entrevista que se utilizaría en una investigación para una publicación transmedia, para la que se pedía una autorización firmada de uso de imagen: “Mirá (muestra una cajita con algunas cartas, insignias de uniforme y otros objetos pertenecientes a su marido caído en las islas) es la primera vez que muestro estas … incluso gente de mi familia no”; “Nunca me habían hecho una entrevista por este tema”; “Perdón si no puedo seguir mucho el orden de cómo pasó… hace mucho tiempo y no es algo de la gente quiera hablar y recordar, nunca hablo de este tema”; “Te digo que es la primera vez que cuento esto, aunque pasó tanto tiempo…”.
Por otra parte, la conmemoración de las efemérides pretende construir memoria colectiva mediante recuerdos personales. Recordamos haber actuado, bailado o decorado en un acto escolar y es esa experiencia la que nos liga a la fecha conmemorada, que tiene tal vez uno o dos siglos de distancia con nuestra vida. En el caso de estas mujeres del conurbano, los procesos conmemorativos no han rescatado sus relatos. En la clase de síntesis de sus aprendizajes, escuchamos entre los estudiantes: “No sabía que mis vecinas habían vivido tantas cosas ligadas a la guerra”, “Lucharon los soldados, pero hubo mucha gente atrás”, “Los actos se centran a los que viajaron, pero nunca aparecen las que se quedaron esperando y también lucharon por justicia”[9].
El principal impacto al que refieren las y los estudiantes de Semiología es el que ha tenido en el propio barrio y en las propias protagonistas entrevistadas el reconocimiento que supone que su palabra fuese puesta en relieve para la reconstrucción de los 40 años de Malvinas desde espacios universitarios. Pero, a la vez, en el proceso formativo de cada estudiante, en especial al realizar una análisis semiótico de discursos cotidianos, de personas de su propio contexto a quienes conocían tal vez desde hacía mucho tiempo, desacraliza la semiótica, habitualmente ligada en el imaginario estudiantil a corpus privilegiados, o bien por sus enunciadores (personas de relevancia política, artística, deportiva, influencers u otras) o bien por sus procesos de producción (ficción, noticiero, un videojuego, un documental, etc.).
Algunos signos significativos como garantía de visibilidad:
● Escenas reveladoras: Aquellas que marcan, en la narrativa identitaria, un antes y un después. “Nos llamaron y pasamos una tarde con ellos y no nos dijeron que iba a ser la última antes de que los mandaran a las Islas”. El miedo en una escena: “Escuchábamos sobre un bombardeo y no sabíamos dónde estaba él…era contar las horas hasta tener alguna noticia, por carta o por alguno que había recibido noticias”.
● Objetos: No se indagaron objetos conmemorativos. Pero, en muchos casos, aparecieron espontáneamente referidos por las entrevistadas. Por ejemplo, cartas recibidas: “Ellos escribían y luego ponían los sobres en un sobre vía aérea, entonces cuando llegaban no sabíamos si eran de ellos u otra comunicación de la fuerza” -llorisquea- “la alegría y el alivio que nos daba abrir el sobre y ver que estaba la carta escrita por él”. En general, como objetos emergentes encontramos las fotografías, no del momento del combate, sino del “antes de ir” o del “regreso” (Manzano Espinosa, 2020). En algunos momentos, fotografías y notas periodísticas funcionaron como prueba de aquello que se relataba.
● Reconocimiento barrial: la relación entre la rememoración (personal) y el reconocimiento (social) implica un desplazamiento. La diversidad de entrevistas y trayectos de vida indagados incluyó desde la esposa de un excombatiente que tiene su apellido en una calle de Esteban Echeverría hasta otras que son hijas de combatientes y que tuvieron que investigar la vida de su propio padre porque “de eso nunca se hablaba en casa… y en el barrio casi nadie sabía nada”. En el medio, intentos de monumentos, que no fueron, o de murales que se taparon. “La espacialidad es constituida y constitutiva de la vida social, influye y determina la experiencia subjetiva de relaciones, prácticas y significados. Y ello implica reconocer las múltiples temporalidades que atraviesan el paisaje” (Da Silva Catela, Jelin &Triquell, 2022, p. 17).
● Temporalidades en la reconstrucción de la memoria. “Hicimos un festival muy grande aquí en Llavallol, donde vinieron muchos artistas, pero lo hicimos por nuestra cuenta, desde la Parroquia, con los vecinos”, comenta una entrevistada en relación con el momento de regreso de algunos excombatientes en Lanús. Aparecen “los primeros años después de la guerra” y luego, vagamente, referencias como “después de muchos años, apareció en un monumento…”. Cuesta armar el hilo temporal. No en todas las entrevistas repreguntaron por el momento específico y el contexto particular en el que se produjeron esos actos. Pero tampoco surgieron espontáneamente por parte de quien está haciendo memoria. El tiempo parece haber quedado en suspenso (Cicalese, 2010b) entre el período de regreso y las décadas que siguieron. Una de las entrevistadas enmarca esta situación del siguiente modo: “No es casual que en un momento en el que la soberanía aparece puesta en debate, con la energía, los chinos, la deuda… se vuelva a Malvinas”.
La experiencia de la cátedra de Semiología y Análisis del Discurso resultó una propuesta educativa que expandió el salón de clases a la región y permitió vincular los contenidos curriculares con los discursos de actores de la comunidad. Pero ¿había discursos en la comunidad? Hay recuerdos, lazos, convivencias, afectos. Las investigadoras Gómez García, Díaz Gorfinkiel y Díaz Gandasegui (2018) señalan:
La recuperación de la memoria se construye como una alternativa al silencio, un silencio que en muchos casos impide el recuerdo de vivencias pasadas, el desarrollo de estrategias resilientes comunes y la reorganización del recuerdo colectivo que posibilite la (re)construcción de identidades grupales. La presencia de la memoria significa que se brinda la posibilidad de que los testimonios que son rebatidos o no quieren ser escuchados, puedan expresarse y de que esas voces, tanto tiempo calladas, puedan ser oídas. (párr. 8)
Como primera reacción ante la consigna de trabajo, el temor del grupo era no encontrar de forma directa o cercana a mujeres “que tuvieran algo que decir” frente a la guerra. En ese caso, revisar y ampliar el concepto de participación fue fundamental para resolver el trabajo, pero también para reflexionar, en términos de construcción de discursos colectivos y de géneros.
En este proceso, se recuperaron algunas voces y vivencias de mujeres del conurbano sur relacionadas con la guerra de las Malvinas, en un ejercicio de visibilización de las historias ocultas de las comunidades de referencia de los y las estudiantes. Asimismo, la investigación sobre sus barrios, la búsqueda de las mujeres con las características buscadas y la realización de las entrevistas supuso acercarse a la propia territorialidad desde un lugar y con una mirada diferente de la corriente.
Las entrevistas en sí significaron una posibilidad de acercarse a nuevos contenidos a partir del análisis semiótico de discursos cotidianos, pero también a aprehender otros conocimientos asociados a la vida social y política del país. En otras palabras, una vivencia educativa transformadora, que les permitió interactuar con el contexto social.
Por otra parte, en esta práctica se logró aplicar lo aprendido en el espacio curricular y convertir conceptos de la teoría semiótica en un saber palpable, constatable, valioso, y con un propósito claro, el de identificar determinadas huellas en los discursos de las mujeres y comprender las implicancias de esos puntos.
Consideramos, además, que tanto la propuesta áulica como el proyecto educativo transmedia, presentan nuevas preguntas y abren discusiones sobre los discursos de la historia reciente, aportando así una práctica reflexiva de memoria colectiva. Podemos considerar esta experiencia como una innovación educativa que alteró la matriz educativa tradicional en beneficio de los derechos de aprendizaje del siglo XXI (Rivas, 2017).
La propuesta tuvo un claro sentido pedagógico: que las y los estudiantes se acerquen y descubran las historias ocultas de las mujeres de Malvinas de sus barrios, investigación acción que implica reelaborar y/o aportar a la mirada conurbana en la temática. En ese sentido, los contenidos curriculares no quedaron como un conocimiento inerte e ingenuo (Perkins, 1995) sino que las y los estudiantes, como sujetos activos, pudieron aplicarlo y vincularlo con la vida real. Se trata de un saber que transita el adentro y el afuera (nuevamente la dicotomía de Silva) de la universidad, que se nutre recíprocamente en ambas instancias de formación y combina historias individuales y colectivas, y que abre perspectivas y miradas de mundo.
En tanto propuesta didáctica inscripta en la epistemología feminista y su crítica a la ciencia positivista, hemos seguido los principios del conocimiento situado y de la investigación-acción, de la puesta en tensión del conocimiento abstracto y de la inclusión de experiencias sensibles y significativas. Por otra parte, reconocemos la interseccionalidad, que afirma que clase social, género, raza y etnia son características que moldean esas experiencias. En nuestro proyecto, la dimensión de mujeres del conurbano vinculadas a soldados rasos aborda la interseccionalidad.
El primer paso consistió en que las mismas mujeres reciban desde la mirada “del afuera” la revalorización de una experiencia auto considerada subsidiaria y poco protagónica; así como generar reflexividad de su propia narrativa identitaria. La primera pregunta que aparece allí es: una vez identificados los discursos, ¿cómo pueden articularse colectivamente, asociarse con otras voces, como han intentado el primer grupo de investigación de la cátedra y la circulación en otros niveles educativos? ¿Cuánto de las reflexiones de la experiencia estudiantil puede ser transferible a un modo de trabajo en otros espacios curriculares y con otros contenidos?
En tanto propuesta formativa de una cátedra, entendemos que la experiencia puede leerse más en clave didáctica más que en términos de investigación formal. Somos conscientes de la potencialidad de algunos de los emergentes de las entrevistas, como los tópicos androcéntricos que aparecen en los barrios, las huellas de interseccionalidad (….), pero los propósitos exploratorios y de intervención en un tejido social que nunca había sido incluido en los registros de la memoria histórica reciente -la mirada de las mujeres que esperaron, acompañaron, escribieron, sufrieron y sostuvieron afectivamente el durante y el después de la guerra- debieran medirse más en experiencias vitales y de aprendizaje. Ese impacto, ese texto paralelo (Prieto Castillo, 2010), ese aprendizaje que trasciende los contenidos y los métodos y se relaciona, al menos en germen con una vocación de transformación social real.
Como continuidad del proyecto, se propone trabajar sobre las Islas Malvinas desde la cartografía social. El equipo de investigación de la cátedra propuso rastrear las ‘huellas’ de la guerra de las Malvinas en el partido de Lomas de Zamora, a través de las calles y escuelas con nombres de excombatientes. La Agencia AUNO de la UNLZ tomaría esta idea desde el periodismo de datos para poder darle marco institucional.
Mientras ensayamos respuestas, podemos afirmar que, en la mirada sobre la guerra de las Malvinas, posicionar el género es una mirada necesaria que amplía. Pero, además, dar voz a estas mujeres que no fueron protagonistas en un sentido clásico, supone una ampliación doble, que es la que intentamos debatir en esta propuesta.
Bajtín, M. (1982). Estética de la creación verbal. Siglo XXI Editores.Barthes, R. (1957). Mitologías. Siglo XXI Editores.
Cicalese, G. (2009). Hitos condensadores de identidad: indicios discursivos para definir la identidad a partir de las entrevistas en profundidad y las historias de vida. Hologramática, (10)4, 57-74.
Cicalese, G. (2010a). Yo soy... ¿nosotros somos? Comunicación e identidades. Editorial San Pablo.
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Cicalese, G. (2013). Comunicación para la incidencia. Cuadernos del Centro de Comunicación La Crujía – Editorial La Crujía.
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Gómez García, M.V., Díaz Gorfinkiel, M., y Díaz Gandasegui V. (1 de noviembre de 2018). ¿Por qué es necesaria la memoria histórica? The Conversation. https://theconversation.com/por-que-es-necesaria-la-memoria-historica-105670 /
Gutiérrez
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*Roles de autoría
Las autoras participaron por igual de la elaboración del trabajo, aprobaron la versión final para publicar y son capaces de responder respecto de todos los aspectos del manuscrito. Asimismo, manifiestan no tener conflicto de interés alguno.
[1] Se invitó a estudiantes a participar o ver en diferido las actividades Mujeres en la guerra de Malvinas: discursos, memorias e identidades (27 de abril de 2022) - organizado por el Seminario de Género, Populares y Juveniles - Comunicación Audiovisual - EH - UNSAM y el apoyo de FCS – UNLZ https://youtu.be/4sXO7Yk11Vg y el “ Diálogo abierto con veteranas de guerra en la Biblioteca Nacional”, coordinado por Paula Salerno (9 de junio de 2022) https://youtu.be/VlAQR7z7RQg.
[2]Algunos de los testimonios quedaron plasmados en un libro (Piccardi, R. 2017, Comp. 35 años después, Buenos Aires: Dunken)
[3] Se trata, en términos de apropiación, efectivamente de “mi recuerdo”, pero cuando la retención visceral pasa a ser rememoración, desprendida afectivamente de sí, aparece una suspensión de esa atribución de propiedad -se convirtió en un discurso externo, ya no propio- es la que permite hacer el salto entre lo personal y lo colectivo.
[4] Nijanim, Dafne, Farías, Francisco y Gruccio, María Eugenia Huellas de la memoria de Malvinas: la mirada de Mujeres del Conurbano Bonaerense. El grupo lo completan Katja Kubar y Rocío Celeste Arriola. Diseño y edición de los compilados: Elías Brizuela. El congreso se realizó del 9 al 11 de noviembre.
[5] Una buena sistematización de esos debates en la Argentina pueden encontrarse en Cuadernos Feministas para la Transversalización - UNR Editora - Especialmente el Nº 1 Apuntes Epistemológicos - Diana Maffia (at. ed) - 1era. edición 2020 01-Apuntes Epistemológicos.pdf (unr.edu.ar)
[6] A partir de la nueva titularización de las cátedras en agosto 2018, por jubilación del histórico referente de la cátedra Semiología, la propuesta se orientó a la aplicación práctica de conceptos y se centró en la potencialidades metodológicas de la Semiología y el Análisis del Discurso en términos del hacer profesional comunicational.
[8] Nos referimos a los 30.000 desaparecidos de la misma Dictadura Militar autodenominada Proceso de Reorganización Nacional (1976 1983) responsable también de la ocupación de las Islas Malvinas el 2 de abril de 1982.
[9] En realidad, la evidencia empírica del campo ameritaría mencionar a “mujeres” acompañando a los soldados. Ese salto de “mujeres” a “mucha gente atrás” es una típica generalización que invisibiliza en términos de género.